La idea "incrustada" en el consumidor de "vivir" el día más triste del año; el llamado Blue Monday, llegó para quedarse. Vigente en los medios desde 2005, y ahora multiplicándose por las redes sociales, lo hace un caso de éxito de la mercadotecnia que da "oportunidad" para todo aquel que quiera aprovecharlo como fecha funcional de ventas, claro, para incluirse al calendario.
Fórmula de fácil aceptación
La fórmula que despertó su aceptación tiene lógica con la que fácilmente se pueden identificar muchos, y si a ello le sumamos que la tiene un "soporte" científico, el éxito está casi asegurado. El tiempo, deudas, la llamada "resaca" de la Navidad y lo que falta para cobrar el siguiente sueldo soportan esta "prueba" irrefutable. ¿Cuántos no se podrían identificar con un estado de ánimo tan básico como la tristeza?