Conocer gente y hacer contactos ha sido desde siempre la esencia de las conferencias y los congresos. Estaban basadas casi en su totalidad en el contacto físico hasta hace un año en el que la pandemia vino a cambiar la forma de hacer eventos corporativos.
No regresarán en el corto plazo
La forma en que conocíamos este tipo de eventos parece que no regresará en el corto plazo, cuando menos no como lo conocíamos ya que el control del virus no ha sido tan rápido como lo esperábamos.
El streaming como una opción
La actividad en la red se posicionó como la única alternativa ante la cancelación de eventos. Los eventos digitales mediante streaming se multiplicaron dando una aparente solución a la comunicación personal que había sido detenida.
Una experiencia no completa
Pero los resultados están siendo muy claros, a pesar de que los asistentes virtuales pueden disfrutar desde la comodidad de sus casas de los expertos, la experiencia no ha sido del todo grata, el networking no pudo ser aplicado.
Online + cara a cara
Finalmente, el valor de los congresos es estrechar relaciones personales, que difícilmente podrán concretarse de manera virtual. Los entornos online facilitan la comunicación, pero es necesario el cara a cara para lograr vínculos fuertes.