La relación entre los consumidores y sus diferentes pantallas (múltiples dispositivos) es cada vez más estrecha y asumen que cada vez es más complicado despegarse de ellas. Los consumidores se "saltan" de pantalla en pantalla, la información llega desde más vías y los ciudadanos esperan que esa información siempre esté disponible.
Según un estudio los consumidores saben que dedican demasiado tiempo a las diferentes pantallas, aunque esto no les empuja a abandonarlas por otros pasatiempos o por otras fuentes de información que estén ajenas a otro soporte por pantalla.