Elegir por quién votar no difiere mucho de cómo lo hacemos cuando compramos un producto, las emociones están directamente ligadas a nuestro comportamiento y definirán la mayoría de las veces nuestra elección. Y eso, lo saben muy bien los estrategas políticos.
Lo que los mueve
A lo largo de los últimos 20 años AEME Asesores ha participado en numerosas campañas políticas y hay algo que nos queda claro, son los sentimientos los que mueven a los electores a la hora de ir a votar.
El coraje
En teoría la gente debería de elegir con quien se identifica, pero también existen quienes tienen resentimiento o coraje contra un candidato o partido, y esa es una razón suficiente para elegir por quien va a votar.
Elección de 2018
Un ejemplo reciente fue la elección de 2018 en México, la indignación y el coraje por el actuar del gobierno fueron algunos de los detonantes que definieron el rumbo de la pasada elección.
El miedo
La incertidumbre de quien nos vaya a gobernar puede ser muy bien capitalizada por el oponente, el miedo es una emoción poderosa que llevará al votante a elegir a alguien más "confiable".
Elección de 2006
La campaña contra López Obrador en 2006 "Un peligro para México" es el claro ejemplo del mensaje de miedo. La consideran exitosa porque por una parte produjo miedo y por otro ofrecía la "solución" con Calderón como el "presidente del empleo".
En Estados Unidos
Un ejemplo más de aplicar el "miedo" a una elección fue la forma en la que Donald Trump logró vender la idea de que Hillary Clinton era una tramposa (Crooked Hillary) y al mismo tiempo posicionarse como la solución.
Rumbo a las urnas
Finalmente, las próximas elecciones se acercan y es momento de identificar que emociones intentarán vendernos los estrategas políticos. Coraje, miedo o amor, ¿Qué sentimientos nos llevarán en esta ocasión a las urnas?